No se merece este final, lo digo por el carro de la foto, además estoy seguro, ¡cuantos carros de hierba habrá acarreado!, paja, estiercol para abonar los prados, patatas..., siempre con una buena pareja de vacas tirando de él y aquel carrero que con precisión encajaba las piezas de sus ruedas, las maderas que lo conforman cortadas en menguante..., no, no se lo merece.
miércoles, 31 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario